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jueves, 18 abril, 2024

En 14 años aumentó 25 veces la cifra de policías con discapacidad

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La Policía Nacional del Ecuador cuenta actualmente con 47.552 efectivos  en sus filas, de ellos, un grupo presenta alguna discapacidad debido a la acción de la delincuencia, a los accidentes de tránsito y demás siniestros ocurridos dentro de su tarea.

Hasta 2018, un total de 580 uniformados registraron algún tipo de discapacidad. Ellos han sido reubicados para continuar su labor en la institución. De esa cifra, el 23,45% corresponde a accidentes de tránsito durante su labor, seguido por actos de trabajo, con el 22,76%; y violencia y accidentes con armas de fuego, con el 7,42%.

De las estadísticas que maneja la Policía se desprende que 7 de cada 10 uniformados que quedaron con alguna discapacidad fue en cumplimiento del deber.

Las provincias con mayor número de policías con discapacidad son: Pichincha 152, Guayas 104 y Los Ríos 45. Quienes optaron por ingresar a las filas policiales están conscientes sobre los riesgos de esta profesión.

En la institución, al registrarse casos de uniformados que en cumplimento de su trabajo sufren ahora de una discapacidad, se realizó una investigación para mejorar la atención a este personal.




Es así que en 2008 se creó la Unidad de Atención al Personal Policial con Discapacidad, encargada de dar acompañamiento a quienes han adquirido alguna discapacidad en cumplimiento del trabajo.

El apoyo es integral: médico y psicológico para el agente y su familia, para que asimilen que pasará de ser un elemento activo a realizar actividades en donde se explotarán otras destrezas desarrolladas por su nueva condición.

En el caso de accidentes craneoencefálicos, el proceso de valoración toma hasta 12 meses determinar si el policía reporta discapacidad, de ser así, la reinserción laboral se realizará acorde a su nueva condición física y mental. 45 policías adquieren algún tipo de discapacidad cada año Para William Núñez, director de la Unidad de Atención al Personal Policial con Discapacidad, el promedio de agentes que en cumplimiento de su deber presenta alguna discapacidad se ha mantenido en los últimos años.

Sin embargo, señala que en 2004 se reportaron 23 policías con alguna discapacidad, de una población entonces de 15.000 efectivos. En cambio, hoy la institución tiene 47.552 servidores activos y alcanza los 580 con discapacidad (equivalente al 1,22% del total del personal), con una tasa de incidencia de 45 por año. Eso significa que en 14 años se ha incrementado 25 veces este fenómeno.

Destacó que es integral el trabajo que ejecutan con este tipo de personal para lograr su reinserción laboral, para lo cual se deben superar varias etapas y el tipo de lesión. Dijo que adquirir una discapacidad genera un cambio en ellos de perfil laboral, por lo que necesariamente son asignados a áreas técnicas, tecnológicas o estratégicas de la Policía. “Hay un proceso de manejo para redireccionar el perfil de ingreso a partir de adquirir la nueva condición”.

La discapacidad física motora prevalece con el 77% de casos: implica limitación de  funciones, como la movilidad en sus extremidades, seguidas por las discapacidades sensoriales o psicosociales. Historias de hombres y mujeres que superaron el mal momento En 2010, Nancy Choto fue atropellada por una volqueta mientras realizaba control de tránsito de Pico y Placa.

Eso provocó que pierda una de sus extremidades inferiores. Sin embargo -según contó- la fuerza de voluntad y perseverancia le permitieron superarse y continuar en la Policía. “Fue algo muy duro. Tuve ayudas técnicas y psicológicas por parte de la institución, lo cual fue primordial porque creí que todo se me terminaba, que ya no tenía sentido vivir. Poco a poco me di cuenta de que soy igual a las otras personas y compañeros, y que puedo hacer las mismas funciones”.

Contó que su reinserción se dio en 2013. Eso le ayudó a salir de la depresión. “Porque sentí que mi segundo hogar me hacía falta para olvidarme un poco de los malos momentos que estaba pasando”. El accidente en el que Nancy perdió su pierna dejó dos personas fallecidas y varios vehículos aplastados.

Sobrevivir a esto -dijo- fue un verdadero milagro. Darwin Aguayo es otro de los uniformados que en cumplimiento de su deber sufrió un accidente de tránsito que lo dejó paralítico. Resaltó que fue una prueba de vida que superó gracias al apoyo de su familia y esfuerzo personal; eso le permitió seguir colaborando con la institución, e incluso practicar actividades deportivas.

Hace tres años, mientras trabajaba en la caravana presidencial, un vehículo lo impactó y le causó una lesión medular: tiene paraplejia. El proceso de recuperación y reinserción laboral tuvo el respaldo institucional: con ayudas técnicas y acompañamiento psicológico, tanto para él como para su familia. Actualmente presta sus servicios en la Oficina de Enlace y Coordinación de la  Vicepresidencia de la República.

Ahí lleva a cabo las tareas técnicas-tecnológicas del área administrativa. Además de los servicios profesionales, Aguayo practica deporte adaptado en rugby y básquet. “Me siento y me veo como una persona normal. Por ejemplo, voy y vengo en mi carro al trabajo y a las terapias, ayudo en mi casa a barrer y a lavar los platos, juego con mis hijos, hago deporte. Todo lo que antes hacía, pero ahora en silla de ruedas, la cual es la amiga que me ayuda diariamente.

Me baño y me cambio de ropa solo, soy independiente”. Para Jaime Hurtado Vaca, excomandante de la Policía Nacional, la labor de la institución no ha recibido el respaldo directo de la sociedad, lo cual, sumado al incumplimiento de las leyes que garanticen el trabajo policial, incrementan el riesgo de los uniformados ante una situación extrema y poder actuar adecuadamente.

Citó como ejemplo lo ocurrido hace días en Ibarra (Imbabura), en donde se criticó el accionar de los agentes durante el secuestro y muerte de una señora embarazada a manos de su pareja. “Escuché por las noticias y considero que una cosa es analizar la situación desde afuera, pero otra cosa es el momento que vive el policía en una actuación así”. Opinó que toda la Policía debería tener capacitación específica, no solo los grupos de élite, sino el común de los agentes.

Lo importante es que sepan cómo actuar en cualquier lugar y circunstancia. Pero aclaró que es necesario el respaldo de la ley y del Estado. Hurtado Vaca mostró su contrariedad frente al promedio de 45 policías que anualmente quedan con alguna discapacidad durante el cumplimiento de su trabajo. “Es preocupante que esto se incremente. Es un problema que no conoce la sociedad y por ello no valora el trabajo de los agentes”.

Existen casos de personal con otros tipos de discapacidades A los casos del personal con discapacidad adquirida en el cumplimiento de su labor se suman quienes durante el servicio han sufrido de enfermedades catastróficas, raras o huérfanas. La Unidad de Atención al Personal Policial con Discapacidad ha identificado 85 de estos casos en la institución, los cuales también cuentan con el acompañamiento y las ayudas respectivas, con el objetivo de garantizar su calidad de vida.

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