QUEVEDO. – Luis Ernesto lleva esclavo de las drogas desde hace varios años y, pese a tener una casa, prefería dormir en las calles, frente a una unidad educativa en el centro de Quevedo.
Era un reconocido cantante y, según quienes lo conocieron, cuentan que entonaba la guitarra e interpretó a Silvio Rodríguez en un grupo universitario, pero pese a su talento, los vicios lo desviaron de su talento.
Gracias a la Comisaría de Quevedo, Luis Ernesto empezará un tratamiento para sus adicciones y compartirá con personas que tuvieron un pasado similar.
La Comisaría recibe llamadas para que más personas empiecen a rehabilitarse. La mayoría de ellos son rescatados de las calles.
Además, la Biblia es el principal instrumento en la clínica de rehabilitación en la que se hospedan, según las publicaciones del comisario Ángel Mora. (I)
