Babahoyo. Después de años de abandono, la transformación llegó a varios sectores de El Salto gracias a un ambicioso plan de obras públicas de la municipalidad. Lo que antes eran caminos de lodo y polvo, hoy son calles asfaltadas, con aceras, bordillos y callejones adoquinados.
Esta primera etapa de intervención ha dotado también a los barrios con sistemas de alcantarillado pluvial, sanitario y acceso a agua potable.
Familias de la ciudadela 16 de Diciembre, Eloy Alfaro, Las Balsas, Los Tulipanes y Nueva Esperanza, zonas que históricamente habían sido marginadas de la planificación urbana, son las directamente beneficiadas.
Las mejoras ejecutadas, no sólo representan infraestructura, sino el reconocimiento de derechos básicos que por mucho tiempo les fueron negados a estas comunidades.
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Con esta intervención, El Salto deja atrás años de olvido y se encamina hacia un desarrollo más equitativo e inclusivo. Las obras no son sólo cemento: son un paso firme hacia la justicia social y la mejora de la calidad de vida de cientos de familias.