La abogada y auditora interna Lidia Lorena Coello Piguave se ha consolidado como una figura destacada en el ámbito del Derecho y la fiscalización en Ecuador. En una entrevista, la también autora, madre y conferencista compartió su pasión por la abogacía, la influencia familiar en su carrera y su visión sobre los desafíos para fortalecer la institucionalidad del país.
El Derecho como compromiso social
La vocación de Lorena Coello nació de la influencia de su padre, el Dr. Orlando Coello, un reconocido jurista y formador en Los Ríos. «Me transmitió la idea de que el Derecho es más que una profesión: es compromiso social«, explicó. Esta herencia la convenció de que su camino era defender a los desprotegidos y «dar voz a quienes no la tienen».
Actualmente, Coello Piguave desempeña un rol crucial como auditora interna en la Contraloría General del Estado. Su mayor satisfacción profesional radica en la fiscalización y el control, donde su objetivo no es solo detectar errores, sino «generar transformaciones que fortalezcan la institucionalidad y devuelvan la confianza a la ciudadanía».
Sin embargo, identifica la falta de voluntad política para aplicar las leyes vigentes como el aspecto que menos le agrada de su profesión. Según Coello, esta carencia es lo que «retrasa procesos y debilita la credibilidad institucional».

Balance entre familia y servicio público
Al describir su vida actual, Coello Piguave la define como un tiempo de «consolidación académica y profesional», marcado por su entrega al país como auditora, autora de libros y participante en diversos espacios académicos.
Aunque su vida se reparte entre múltiples roles como profesional, escritora, conferencista y líder social, asegura que todos la complementan. No obstante, su familia ocupa el lugar central: «son mi motor, mi equilibrio y la razón por la cual sigo avanzando».
La auditora no duda en señalar a sus abuelos y padres como sus mayores referentes, destacando el legado de fe, generosidad, trabajo y servicio que le transmitieron.
En cuanto a su ética profesional, Coello es categórica al trazar una línea: si bien cree en la defensa técnica de todo ciudadano, «no podría justificar jamás la corrupción». La considera una «traición a la confianza pública y un golpe directo a la institucionalidad del Estado».
Finalmente, al hablar de los obstáculos, la abogada manifestó enfrentarlos con resiliencia y fe, confiando en la justicia y convencida de que «cada reto fortalece y que de cada derrota también se aprende».




