El Tribunal de Garantías Penales con sede en el cantón Pastaza declaró la culpabilidad de Fernando V. y le impuso una pena privativa de libertad agravada de veintinueve años y cuatro meses, por el delito de violación cometido en contra de su hijastra, una adolescente de 14 años.
El sentenciado también deberá cancelar una multa de 600 salarios básicos unificados del trabajador en general y como medida de reparación integral, en la que se incluyen los daños y perjuicios, el procesado tendrá que pagar 10.000 dólares a la víctima. Además, se ordenó cumplir con el tratamiento psicológico de la menor y de su madre.
Fiscalía tuvo conocimiento del presunto delito cuando la adolescente fue llevada por profesores de su institución educativa a un punto de atención para denunciar el hecho. La menor había contado previamente, en el Departamento de Consejería Estudiantil, que su padrastro había abusado de ella de manera continua desde que tenía 8 años.
Allí señaló, además, que las agresiones sufridas las había comunicado a su madre, pero que ella no le había creído. Por esa razón acudió a sus maestras.
En la audiencia de juicio, Fiscalía presentó, como principales elementos probatorios, los testimonios de profesores de la unidad educativa (quienes acompañaron a la menor a presentar la denuncia) y otras personas que conocían de las agresiones sufridas.
Además, se presentaron los informes médico-legal, de entorno social y psicológico de la víctima, con lo que se confirmó su afectación física y emocional.
La sentencia de veintinueve años y cuatro meses de pena privativa de libertad se obtuvo con base en lo tipificado en el artículo 171, inciso primero, numeral 3, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), tomando en cuenta las circunstancias agravantes contenidas en los numerales 7 y 9 del artículo 48, del mismo cuerpo legal.