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jueves, 18 abril, 2024

190 mil ecuatorianos se benefician de créditos con la banca comunal

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La metodología de banca comunal ha contribuido históricamente a los esfuerzos nacionales de lucha contra la pobreza, pues se ha convertido, en muchos casos, en la única opción para acceder a un crédito.

Según datos de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD), a junio de 2020, 13 instituciones (de las 51 que integran a la RFD) entre bancos, cooperativas de ahorro y crédito y fundaciones que trabajan con esta metodología, reportaron 14.515 bancos comunales integrados por 190.440 personas. La cartera de este segmento cerró en USD 143.5 millones; esto representó un 3.67% del total de la cartera de microcrédito.

La banca comunal, presente en el país hace 27 años, se ha caracterizado por ofrecer la posibilidad de obtener un crédito a personas de segmentos vulnerables y con negocios muy pequeños, quienes no cuentan con garantías reales o solvencia económica para acceder al financiamiento de la banca tradicional.

Esta metodología se basa en créditos con garantía solidaria a grupos integrados, en promedio, por 13 personas de un mismo barrio o sector. En Ecuador, fue implementada por primera vez en el año 1993 en la comunidad La Sequita de la provincia de Manabí por Project Hope (una fundación norteamericana) y luego en el 2002, asumida por Fundación ESPOIR, organización privada sin fines de lucro, especializada en otorgar microcréditos con educación.

Neida Anchundia es una de las 17 fundadoras del primer banco comunal del país. “Al ser parte de este grupo de crédito pude solicitar mi primer préstamo. Recuerdo que fue de 150.000 sucres (USD 6,09 actualmente) y me impulsó a tener un emprendimiento y me sirvió para solventar enfermedades. Ahora tengo 74 años; por lo tanto, ya no califico para un crédito en los bancos, pero aquí en ESPOIR tengo la oportunidad de seguir solicitando préstamos”, expresa.

Francisco Moreno, director ejecutivo de Fundación ESPOIR y líder del equipo que implementó esta metodología en el país menciona que “la banca comunal no solo ha apoyado a emprendedores que requieren un pequeño empujón, sino que ha logrado transformar vidas, especialmente de mujeres ecuatorianas que en su mayoría son cabezas de hogar”.

Fundación ESPOIR tiene presencia en 82 cantones del país, el 76% de sus clientes son de sectores rurales. Cuenta con 3.025 grupos de crédito conformados por aproximadamente 40 mil personas, de las cuales el 81% son mujeres. Este segmento representa para esta institución el 50% del total de su cartera.

“Nuestros créditos vienen acompañados de educación. El éxito de las personas no radica solo en el bolsillo. Para que el crecimiento de las personas sea sostenido se requiere de capacitación en temas muy cotidianos como salud preventiva o en temas relacionados con la administración de las finanzas personales y negocios. La actual crisis que viven las personas con negocios muy pequeños exige que sumemos esfuerzos para apoyar a este segmento”, añade Moreno.

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