Adela, de 45 años, salió a una fiesta al aire libre en la noche y tomó varias bebidas heladas y al día siguiente amaneció con malestar en la garganta. Estuvo un día “tumbada” con fiebre y escalofríos, ese día ni cocinó.
A esto se sumó dolor de oídos, de ojos y tos. Así estuvo dos días y se recuperó. Luego su hija de 28 años tuvo dolor de garganta y de cabeza y al llegar a su trabajo sus cinco compañeros también estaban con síntomas respiratorios, pero de ellos solo uno había acudido al médico y había descartado el COVID-19, el resto esperaba que se le pasara con los días.
En las últimas semanas, debido al cambio de estación del año se reportan más casos de pacientes con molestias respiratorias. Muchos, según médicos, ya ni se acuerdan del COVID-19, ya no lo relacionan. Solo expresan que es por “cambio de clima” o porque “les cogió el aire” y pocos llegan hasta una consulta médica, es más, un porcentaje menor acude a realizarse las pruebas de detección del SARS-CoV-2 que provoca el COVID-19.
El médico intensivista Andrés Ojeda, vocero del hospital Bicentenario, explicó que solo en la primera quincena de mayo se ha atendido a 1.300 pacientes.
Ojeda precisó que de ese total de atención con complicaciones respiratorias leves, el 30 % es compatible a influenza y el 70 % corresponde a otros tipos de virus propios de la estación.
Pero ¿cuáles son esos virus que también causan estas molestias, aparte del que produce COVID-19? Médicos locales explicaron que los más frecuentes son la influenza A y la subvariante H3N2, adenovirus, virus sincitial respiratorio, y entre los menos frecuentes están el rinovirus, enterovirus y metaneumovirus.
El neumólogo Iván Chérrez explicó que es necesario que los pacientes aprendan a detectar si son infecciones respiratorias altas con los síntomas gripales: estornudos, congestión nasal, picazón en la nariz, moco transparente, que se acompañan de malestar general, debilidad muscular, se quejan mucho de que están “apaleados”, dolor de garganta con mucha molestia como si “tuvieran una lija en la garganta”.
En tanto que en las infecciones respiratorias bajas ya el paciente tiene tos fuerte y molestosa, expectoración, también mocos, decaimiento y esas infecciones respiratorias se pueden complicar hasta llegar a una infección bacteriana con moco verde o amarillento. Fuente: El Universo.