La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) anunció este miércoles el cese del paro nacional que mantenía desde hace 31 días y ordenó el repliegue de sus bases a los territorios, argumentando la necesidad de proteger la vida de sus miembros ante la advertencia de intervención de la fuerza pública por parte del Gobierno.
En un mensaje transmitido en vivo, el presidente de la CONAIE, Marlon Vargas, calificó la decisión como «difícil pero necesaria». El anuncio ocurre horas después de que el presidente Daniel Noboa dispusiera la apertura de vías en la Sierra norte, respaldada por la presencia militar.
Represión
El paro, convocado el 18 de septiembre en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel (Decreto Ejecutivo 126), se concentró principalmente en Imbabura, Pichincha, Cotopaxi y otras provincias.
Vargas explicó que el anuncio del jefe de Estado sobre la intervención militar en Imbabura con «toda la fuerza del Estado» motivó el cese de las protestas. «Hemos sido testigos de la brutal represión ejercida por nuestros hermanos, tenemos tres muertos, decenas de heridos y comunidades enteras viviendo bajo el miedo. El Gobierno demostró que la violación de derechos humanos no representa un límite para sus decisiones», afirmó Vargas.
Campaña por el ‘No’
Tras el repliegue, la dirigencia indígena llamó a las comunidades a instalarse en asambleas permanentes para enfocarse en la campaña por el ‘No’ de cara a la próxima consulta popular y referéndum.
Adicionalmente, la CONAIE exigió al Gobierno que este gesto de cese de la protesta sea correspondido con acciones concretas:
- Desmilitarización de todos los territorios en conflicto.
- Liberación de todas las personas detenidas durante las manifestaciones.
- Libertad para «los doce de Otavalo» investigados por presunto terrorismo.
- Reparación integral para las familias de los dos fallecidos y los heridos.
El líder indígena concluyó su mensaje señalando que el paro pudo haberse evitado con diálogo y sensibilidad por parte del Gobierno, y sentenció: «El poder no se impone, se construye. La fuerza del movimiento está en su unidad, no podrán dividirnos ni debilitarnos.»