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jueves, 28 marzo, 2024

Daniel Cabrera: ‘¡El día que deje de soñar, dejaré de vivir!’

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La luz filtrada por un rayo de sol encandila la mitad de su cara. No pestañea. Sus ojos, detrás de sus redondos lentes, brillan con ilusión como si estuviera embelesado. 

No es para menos cuando sabe que su nombre ocupó el primer lugar del premio académico de España con la presentación de un artículo científico, en marzo de este año.

Daniel Cabrera Alejandro es autor de la investigación ‘Transformación de los modelos de comunicación y propuesta de una estrategia de comunicación digital’, tema que le permitió imponerse y ocupar el primer lugar entre más de 50 participantes de Universidades de España, Italia, Argentina, Nicaragua, Costa Rica, México, entre otras.

Sorprendido

La noticia lo sorprendió la noche del 17 de marzo cuando se aprestaba a descansar. “Me llamaron a mi número personal a darme a conocer que había ganado. Tras eso me llegó un correo ratificando mi primer lugar y donde además tenía que descargar unos documentos para firmarlos y luego enviarlos de forma escaneada”, recuerda el joven y reconocido comunicador de Los Ríos, oriundo de Babahoyo. 

Cuenta que este concurso académico es parte de una red científica universitaria que cada año realiza congresos internacionales sobre periodismo y comunicación. 

Publicaciones

Además de recibir una certificación académica tras haber conseguido el primer lugar, su trabajo está por publicarse como artículo científico en una revista europea y en un libro digital de España. 

Cabrera Alejandro se convirtió en el primer joven en consagrar un mérito internacional en el campo académico, aquello solo ratifican en él que no hay nada imposible cuando se propone un objetivo, cuando las ganas de superarse son mayores a pesar de las adversidades de la vida, expresa.

“Yo no esperaba ganar, yo solo quería que mi investigación, mis ideas, mis letras, estén entre los grandes trabajos académicos”, reconoce Daniel, quien ha tenido que sortear una serie de obstáculos desde los 6 años de edad cuando su vida cambió tras el fallecimiento de su mamá, con quien únicamente vivía. 

Dificultades

Sus ojos se humedecen cuando recuerda este triste episodio que le permitió madurar a temprana edad. Sin apoyo de ningún otro familiar, a excepción del cuidado de su hermana – adolescente en ese entonces–, cambió sus juguetes por herramientas de trabajo. 

Lo poco que ganaba en aquel entonces le permitía cubrir con los gastos de su primaria. “A veces no teníamos como pagar los servicios eléctricos de la casa y nos cortaban la energía, ante eso tenía que hacer mis deberes en la vereda, alumbrándome con la lámpara de la calle”. Así continuó hasta convertirse en bachiller del glorioso Eugenio Espejo, rememora con nostalgia y orgullo a la vez.

El periodismo fue su meta

Ya para ingresar a la Universidad tenía claro lo que quería estudiar: periodismo. Sin pensarlo dos veces se registró en esta carrera profesional, con el objetivo claro de visibilizar los problemas sociales y canalizar algún tipo de ayuda a favor de los más necesitados. 

Aquello no solo le dio la oportunidad de iniciar con una trayectoria periodística de casi 10 años, sino que le ha dado espacio para trabajar en diversos medios impresos del país en calidad de redactor. 

La preparación constante en su rama profesional, su carisma y su buena relación, le ha dado la oportunidad de ingresar al sector público como relacionista público y de trabajar de manera directa con autoridades seccionales. 

Actualmente dirige un equipo de comunicación y de marketing de una red educativa que integran varios centros académicos de Guayaquil y Samborondón.

“Soy agradecido con Dios, porque a pesar de las limitaciones, no me ha dejado solo. Él me ha acompañado en cada proceso de mi vida, aquello me permite motivar a mucha gente a seguir adelante, a luchar por sus sueños y hacerlos realidad”, subraya el comunicador, quien desde temprana edad se refugió en la teología, poemas y conceptos académicos.  

‘NO DOBLEGARSE’

Daniel Cabrera, quien hace poco se consagró como Magíster en Periodismo y Gestión de Comunicación, comenta que siente “gran satisfacción” cuando ve a otros jóvenes no doblegarse y buscar alternativas “que le permitan sortear las vicisitudes que se atraviesan en el camino”. 

 

“Soy un joven que creo en mí mismo y en un Dios Universal que todo lo puede. Y ese es el punto, yo sigo soñando y no quiero dejar de soñar despierto, porque el día que lo deje de hacer, dejaré de vivir”, afirma con seguridad.

DATO

Para el joven nada ha sido imposible, pues por su carácter tocó una y mil veces puertas que parecían difíciles de abrir. En los próximos meses iniciará un PhD en el extranjero, pues su aspiración es ser docente universitario.  

 

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