En una operación conjunta, la Armada y la Policía de Ecuador, junto con la Guardia Costera de Estados Unidos, confiscaron 10,3 toneladas de droga y arrestaron a 18 personas en altamar, en un nuevo golpe al narcotráfico en la región.
En los últimos veinte días, las autoridades ecuatorianas, en coordinación con la Guardia Costera de Estados Unidos, llevaron a cabo siete operativos entre el 2 y el 22 de agosto, logrando la incautación de 10,3 toneladas de droga, valorada en más de 60 millones de dólares en el mercado internacional. Las operaciones culminaron con la llegada, este domingo, de la embarcación USCGC Seneca al puerto de Manta, en la provincia de Manabí, donde se entregaron a los 18 detenidos, todos de nacionalidad ecuatoriana, junto con la droga decomisada.
El coronel Wladimir Acurio, jefe policial de Manabí, destacó la magnitud del operativo, que también incluyó la destrucción de seis embarcaciones utilizadas para el transporte de estupefacientes. Además, se confiscaron dispositivos tecnológicos como GPS y teléfonos satelitales, herramientas clave en las actividades de los traficantes.
Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, se ha consolidado como un punto estratégico para el tráfico de drogas hacia Europa y Norteamérica.
Con una economía dolarizada y puertos clave como el de Guayaquil, el país enfrenta un constante desafío contra el narcotráfico.
En lo que va de 2025, las autoridades han decomisado más de 105 toneladas de droga, principalmente cocaína, sumándose a las 14 toneladas incautadas en julio en operaciones similares con apoyo estadounidense.
Desde 2021, Ecuador se posiciona como el tercer país con mayor decomiso de drogas a nivel mundial, con un récord de casi 300 toneladas en 2024.
ADEMÁS, TE PUEDE INTERESAR: Controversia en la Policía de Los Ríos tras video viral muestra a agente humillando a un detenido
El éxito de estas operaciones refleja el compromiso de Ecuador y sus aliados internacionales en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, la ubicación geográfica del país y su relevancia en las rutas globales de la droga subrayan la necesidad de fortalecer la cooperación internacional y las estrategias de seguridad para enfrentar este desafío creciente.