No por nada Quevedo es llamado la “Ciudad del Río”. Y es que por él pasa un importante sistema fluvial que nace en el suroeste de la provincia de Pichincha. Sus aguas han hecho que este cantón sea conocido como se lo conoce hoy, haciendo honores a su nombre debido su río, lo más característico que tiene esta ciudad.
Este río se encuentra a una altitud de 46 metros sobre el nivel del mar y recibe las aguas de varios ríos menores como el de Chila y San Pablo, para finalmente desembocar en el río Babahoyo hasta llegar a la provincia del Guayas. Sus aguas corren de norte a sur regando importantes zonas agrícolas por las que pasa.
“Leeeeecheee”
Hace muchos años, era muy común que la leche llegara desde las haciendas en lanchas siendo entregada en tarros de latón desde las cinco de la mañana al clásico grito de “lecheeeee” y su presencia interrumpía el sueño de muchas personas.
El 21 de marzo de 1897 llegó el primer barco a vapor llamado San Nicolás, y después llegaron lanchas a motor con excepción de las canoas que se usaban para trasladarse a fincas y poblaciones cercanas. El resto de embarcaciones se usaban para llevar cargas y pasajeros a otras ciudades, haciendo escala en las diferentes poblaciones que existían en la orilla del río.
En el antiguo malecón Quevedo existían muelles de madera dura. En ese lugar se apreciaba un intenso movimiento de personas y carretas haladas por caballos. De la misma forma en el muelle había tres lanchas conocidas como: Independencia, Blanca Aurora y Rosa Elvira.
Estas lanchas hacían viajes que duraban entre cuatro a cinco días cuando su ruta era de Quevedo a Guayaquil. En ese tiempo todo el transporte fuera del pueblo era vía fluvial y gracias a esto Quevedo empezó a crecer aceleradamente. Fue entonces cuando llegaron a Quevedo numerosos chinos, dando lugar a la colonia asiática más grande del Ecuador.
Clima
El clima de la Ciudad del Río es determinado por ser una zona lluviosa subtropical, teniendo precipitaciones en todos los meses del año oscilando entre 3.000 a 4.000 mm. Existen épocas donde el nivel del agua está un poco bajo, sin embargo nunca se ha secado por completo.
La temperatura habitual en la ciudad es de unos 20 a 33 °C, pero a veces puede llegar a los 38 °C. En estos días calurosos, familias, amigos, adultos y niños aprovechan para compartir juntos un momento de diversión y relajación en el balneario de agua dulce.
Con el proyecto Ruta del Río, el afluente tuvo más dinamismo. En sus aguas se pueden realizar deportes acuáticos como kayak de río, pesca deportiva, regatas, paseos náuticos de aproximadamente 40 minutos en las famosas trajineras.
Maravillosas playas
Quevedo posee atractivos naturales a orillas del río que lleva su nombre, como las Cascadas Santa Elena, ubicada en la parroquia 24 de Mayo. Este lugar es una atracción para muchos durante los fines de semana, sitio donde los aficionados practican el salto vertical de 20 metros de altura que se precipita hacia una honda caída.
Las maravillosas playitas que rodean al atractivo fluvial son: San Pablo, Playa Grande, Puente Sur, Pichilingue, La Playita y Puerto Rosas.
Flora
A lo largo del río Quevedo existen especies arbóreas como cedro o guaba y especies representativas de la subfamilia de Mimosoideas, en un medio de zonas disturbadas compuestas en la mayoría de Poaceas y Heliconias.
También existen especies de árboles frutales como la mandarina, limón, la pomarrosa, la toronja, el pomelo y en ocasiones la fruta de pan.
Fauna
Con gran frecuencia se puede observar: garzas, patos cuervos con su plumaje de color café oscuro, palomas tierreras, gallaretas, colibríes, azulejos, valdivias, pericos, pajarracos, disotedes y con algo de suerte pájaros carpinteros.
En la actualidad, aunque en menor dimensión, existen especies bioacuáticas como bocachicos, dicas, damas, barbudos, róbalos, raspa balsas y tilapias. Además, se puede encontrar lagartijas, ardillas, perros de agua, armadillos y también muchas serpientes, muy pocas veces han encontrado lagartos.
Es gracias a este gran sistema fluvial que Quevedo es una tierra productiva, poseyendo así una gran riqueza agrícola entre banano, café, cacao, palo de balsa, caucho, palma africana, frutales, soya, maíz, entre otros.