Según los habitantes del sector Playa Grande, de la parroquia Nicolás Infante Díaz, de Quevedo, llevan cinco días sin agua potable, por lo que han tenido que abastecerse del río Quevedo para poder realizar sus quehaceres como lavar, bañarse y cocinar.
La mañana de ayer, 6 de octubre de 2020, varias personas acudieron al afluente con canastas de ropa y bidones de agua, los niños aprovecharon la ocasión para divertirse.
“Más antes teníamos el servicio con lodo, pero si teníamos agua, ahora nos han quitado, parece que es para arreglar una bomba que siempre presenta problemas”, manifestó Julio Timbiano, morador.
También comentaron que por ser una parroquia grande, los tanqueros no abastecen a toda la comunidad, por lo que piden a las autoridades más apoyo en la distribución.
La Empresa de Agua Potable y Alcantarillado ha manifestado a través de un documento que se suspendió temporalmente el agua potable debido al recalentamiento de una de las bobinas del motor del pozo profundo. Mientras duren los trabajos no habrá el servicio de agua potable en toda la parroquia. (EHL)