ECUADOR. Hoy los ecuatorianos arrancamos los últimos cinco días de lo que resta del año 2021, los mismos que, por lo mencionado, se vivirán intensa y frenéticamente.
Y es que el movimiento que se generó en las calles de todo el país antes de la Nochebuena, debido a las compras de toda clase de artículo a última hora, los compromisos sociales, las actividades del trabajo dejaron entrever en afán de volver a la normalidad.
Esa tónica se repitió en todas las urbes ecuatorianas, lo que se convierte en un claro mensaje para las autoridades. La ansiedad de los ciudadanos por recobrar su rutina normal, es decir poder enviar a la escuela, colegios o universidades a sus hijos; hacer transacciones libremente, divertirse, reunirse, asociarse, organizar; caminar libremente sin toques de queda, ir a las playas, al campo, a la sierra o el oriente.
En fin, un sinnúmero de actividades con las que además se reactivará la economía local, regional y nacional.
Las presentes festividades, según se escucha en cada esquina en la que dialogan conocidos y amigos, se han tomado de la mejor manera, a pesar de todas las vicisitudes que afronta el país.
Los grandes problemas como: la expansión del Ómicron en el mundo, las resoluciones del COE nacional, los combustibles, los socavones en distintas provincias del país, los problemas de los jubilados,
los líos entre el presidente y Leonidas Iza, quedan, por estos días, a un lado.
La resiliencia está presente en todos los ecuatorianos, el ecuatoriano común ha dado muestras de su enorme capacidad de resurgimiento y es lo que ha quedado demostrado.
Los retos
Así la semana inicia a una velocidad vertiginosa, con los apuros de fin de año, prevalecerán las cábalas, los augurios, los buenos deseos para el siguiente año.
Sin embargo, el panorama raudo por las compras no será diferente, solo un pequeño giro, se imponen los monigotes; esas artes que el 31 de diciembre a partir de las 22:00 se volverán cenizas, son los que prevalecen.
El corre, corre será la tónica en todos los lados, en casa, trabajo, mercados, entre amigos; ¡el apúrate, el me voy, el chao chao, hablamos! serán las tendencias más pronunciadas.
En fin, hay que despedir el año y eso hay que hacerlo de la mejor forma.