La tercera y última temporada de El Juego del Calamar (Squid Game), estrenada en Netflix el pasado 27 de junio, ha demostrado ser un fenómeno de audiencia, consolidando la serie surcoreana como un gigante del streaming.
A pesar de lograr cifras récord de reproducciones globales, con 60.1 millones de visualizaciones entre el 23 y el 29 de junio, superando ampliamente a su competidor más cercano, la serie española «Olympo», su cierre ha dejado un sabor agridulce entre la crítica y una parte significativa de su base de fanáticos.
Un Adiós con cifras de infarto
Según datos de StoryBaker, la temporada final acumuló 368.4 millones de horas vistas en sus primeras 72 horas, marcando el lanzamiento de serie más grande en la historia de Netflix en términos de consumo horario.
Este impulso no solo benefició a la entrega final; la segunda temporada escaló al puesto número 3 en el listado semanal, y la aclamada primera temporada, la más vista en la historia de la plataforma, regresó al número 6, reafirmando el arrastre sostenido de la franquicia cuatro años después de su debut.
La dicotomía
Sin embargo, el triunfo en las métricas de audiencia contrasta fuertemente con la percepción de calidad. El portal Rotten Tomatoes ha reflejado una notable caída en las puntuaciones a lo largo de las temporadas:
- Temporada 1: 95% (críticos) / 85% (audiencia)
- Temporada 2: 83% (críticos) / 63% (audiencia)
- Temporada 3: 79% (críticos) / 49% (audiencia)
Esta drástica disminución en la puntuación de la audiencia para la temporada final, que apenas alcanza el 49%, sugiere una desconexión entre las expectativas de los seguidores y el producto final.
Críticas al desenlace
El análisis de Story Baker, que explora contenidos de entretenimiento, detalla las principales críticas vertidas sobre la última entrega:
- Desarrollo irregular y personajes lojos: Se cuestionó el ritmo de la temporada y la falta de profundidad en el desarrollo de personajes, especialmente el del protagonista Seon Gi-hun (Jugador 456).
- Final decepcionante y predecible: Muchos espectadores consideraron el desenlace como poco original, predecible y que no estuvo a la altura de las expectativas generadas por las entregas anteriores.
- Elementos poco creíbles o incómodos: Escenas con personajes VIP no coreanos fueron calificadas de «cringy» (vergonzosas), y el uso de efectos CGI en el «bebé» del juego final no logró convencer a la audiencia.
- Falta de profundidad y emoción: Se criticó la ausencia de la aguda sátira y el impacto emocional que caracterizaron a la primera temporada, percibiendo una violencia constante pero desprovista de trasfondo o crítica social.
- Narrativa confusa y tramas inconclusas: Varios espectadores señalaron que líneas argumentales, como la del detective y el Front Man, quedaron sin resolver o carecieron de sentido, generando frustración.
- Duro verdecito de la udiencia: En foros y redes sociales como Reddit, los comentarios de los fans calificaron la temporada como «terrible», criticando muertes de personajes sin sentido y una sensación general de que la serie perdió su esencia original.
¿Realmente es el fin?
A pesar de que el director y creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, ha insistido en que esta es la conclusión definitiva, la conversación sobre el futuro de «El Juego del Calamar» sigue abierta. El actor Lee Byung-hun, quien da vida al enigmático Líder (Front Man), insinuó la posibilidad de un spin-off centrado en su personaje durante una reciente entrevista en el programa de Jimmy Fallon.
Adicionalmente, medios estadounidenses han reportado la preparación de un proyecto relacionado con la serie, que sería producido en inglés y bajo la dirección de David Fincher, reconocido realizador de filmes como «El Club de la Pelea» (1999) y «La red social» (2010).
Esto sugiere que, si bien la historia principal podría haber llegado a su fin, el universo de «El Juego del Calamar» aún podría expandirse en otras direcciones, posiblemente buscando reconectar con la calidad y el impacto que la hicieron un fenómeno cultural global en su primera temporada.