Desde el pasado 2 de agosto del 2020, la Prefectura de Los Ríos se encuentra ejecutando la obra de ampliación a cuatro carriles y regeneración del ingreso a Quevedo, que va a partir del sector 15 de noviembre en la parroquia San Cristóbal, hasta el parque de La Confraternidad Nacional, en la parroquia San Camilo.
Según la administración provincial, tiene un avance del 60 %, y se construye conforme a lo planificado. El plazo es de 12 meses, con una inversión de tres millones novecientos ochenta y dos mil doscientos un dólares con ochenta y cinco centavos.
A pesar de todo, mientras avanza la ampliación, crece la incertidumbre de los negocios que se ubican en la zona. Propietarios de locales como ferreterías, llanteras y otros de la línea automotriz han mostrado su preocupación con respecto al estacionamiento de sus clientes.
Reacciones
El propietario de la lubricadora ‘Marco Junior’, Marco Córdova, indicó que desde un principio hubo inconformidad sobre cómo iban a quedar las entradas de los vehículos al frente de los negocios de la zona. Él ha asistido a reuniones luego de que iniciaran los trabajos donde se prometió una franja como parqueadero, pero con el avance de la obra existe incertidumbre.
“Como aportante generador de empleo tengo que decir que no es una obra bien planificada, bien hecha…Con esta situación, la genta está indecisa en invertir por este lado por la ampliación, porque por el lado de nosotros quedó corto (el espacio) y para el otro lado le sobra espacio”, referente a que no hubo bilateralidad.
Con la ampliación, la arteria se convirtió en una vía rápida y a decir Córdova, los vehículos que llegan a realizar algún tipo de mantenimiento se les dificulta volver a salir. “La otra vez, un carro le fue aplastando los pies a uno de mis empleados, la gente va más rápido”, contó.
Franklin Jami, de ‘Radiadores Latinos’, indicó que la mañana de ayer, 17 de mayo de 2021, un vehículo municipal de Quevedo se acercó con cuatro funcionarios para indicarle “amablemente” que tiene 90 días para desocupar la vía, allí donde diariamente vehículos se estacionan para hacer sus reparaciones.
“Dijo que cuando funcionen los cuatro carriles es un peligro para los carros…y que busquemos una solución para que ingresemos los carros para adentro”, contó.
Jami detalló que diariamente repara los radiadores de cuatro vehículos, en su mayoría camionetas. Considera que el otro lado de la vía está muy angosta y que la ampliación se hizo sólo en un costado, lo que ha perjudicado más la zona comercial.
El propietario de la llantera ‘Luis David’, Marco Antonio Guachamín, manifestó que cada día atiende de tres a cuatro compañías de tráileres que llegan a realizar el cambio de llantas a cualquier horario. “Habrá que hacer una comisión para pedirle al Alcalde que vamos a hacer, porque aquí hay una zona de trabajo, nosotros somos maestros artesanos calificados”, dijo.
Sus clientes se estacionan a un lado de la vía, tiene un estacionamiento en la parte interna, pero el espacio es reducido y los tráileres son demasiado grandes. Comentó que el terreno es propio e invertir en otro lugar es “como empezar de cero”.
“Prácticamente los clientes ya conocen. Yo he perdido clientes por los trabajos, ahora solo entran vacíos (sin el contenedor), yo me quedaba hasta las 11 de la noche, 3 de la mañana porque estos trabajos se realizan en la noche. Unos han dicho que cargados no ingresan porque tienen que dar una vuelta”, con relación al parterre en la mitad ya que no se puede realizar giros o circunvalar.
Mientras que Patricio Flores, administrador de la Ferretería Hierro, Comercio y Constructor, coincidió con Guachamín y dijo que la ampliación le ha perjudicado en temas de ventas, sus clientes se van a otras ferreterías. Resalta que es una obra “mal planificada y no socializada”, que no se pensó en el comercio de la zona.
Su negocio quedó en una pendiente porque con el relleno se levantó la carretera, esto ha generado que contrate a personas que descarguen el cemento, ya que las camionetas no pueden ingresar al taller. Asimismo, todos los días se estacionan fleteros frente a su ferretería para hacer su día a día.
“Sabíamos que la ampliación se iba a hacer en un futuro, pero no sabíamos que iban a subir tanto, estábamos en un buen nivel, nosotros quedamos enterrados….Hemos pensado con mi mama que si esto sigue así tocara ver cómo hacemos para movernos a otro sitio o buscar una solución para que el negocio continúe aquí mismo”, dijo tras señalar que las ventas han bajado entre un 15 a 20%.
Este Diario buscó a los representantes de la obra en la última semana. Se habló con el encargado de comunicación, pero no se concedió la entrevista, sólo se enviaron boletines. En el caso de Emvialríos se conoce que existe un nuevo gerente y se ha solicitado una entrevista hace varios días, estamos a la espera de una respuesta. (EHL)
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