BABAHOYO. Lo que parecía ser un momento de diversión jugando ‘pelota’ con amigos, se convirtió en el último día de Marco Antonio Valenzuela de tan solo 17 años de edad.
El adolescente disfrutaba de un pequeño partido de fútbol con sus amistades en el recinto Las Mercedes, cuando de pronto se desplomó en plena cancha ante la mirada de los presentes.
Sus amigos no se imaginaron nada malo, pensaban que se trataba de una broma, pero al ver que el Marco no reaccionaba trataron de reanimarlo. Al no lograrlo, inmediatamente pensaron en trasladarlo al Hospital Martín Icaza para que los galenos le salvaran la vida. Desafortunadamente en esta casa de salud solo pudieron confirmar su deceso.
Con tristeza, sus familiares lo trasladaron hasta la morgue de Babahoyo para la respectiva autopsia. El examen médico legal confirmó que el occiso tenía un corazón muy grande para su edad y contextura. La actividad que realizaba le causó un infarto de miocardio e insuficiencia cardiorrespiratoria lo que provocó su muerte repentina. (I)