La vía E-35, uno de los principales ejes viales de la provincia de Pichincha, amaneció bloqueada en varios puntos del cantón Mejía debido a un paro convocado por transportistas pesados.
El motivo de la protesta, que genera un fuerte caos vehicular, es el rechazo al reciente incremento del precio del diésel y la creciente ola de inseguridad que afecta al sector.
Los bloqueos, confirmados por el ECU 911 Mejía, se localizan específicamente en el sector El Corcel en Aloag y en San Carlos, a la altura de El Murco, en Tambillo.
A pesar de que la situación se concentra en el cantón Mejía, se reportan movilizaciones espontáneas en otras provincias, elevando el riesgo de un paro nacional.
«No solo nos suben el diésel, nos dejan en las manos de la delincuencia»
El ambiente en el cantón Mejía es de total indignación. «No solo nos suben el diésel, nos dejan en las manos de la delincuencia. Este paro es solo el comienzo», expresó uno de los manifestantes en Tambillo.
Los transportistas y líderes locales consideran la eliminación del subsidio al diésel, anunciada el pasado sábado, como un duro golpe económico al sector productivo y a los trabajadores.
La preocupación por la falta de seguridad en las carreteras, donde son víctimas constantes de robos y asaltos, agrava aún más la situación.
Contexto nacional de tensión
Este paro en Pichincha se da en un contexto de tensión nacional. Las protestas coinciden con el traslado temporal de la sede del Ejecutivo a Latacunga, capital de Cotopaxi, ciudad que amaneció militarizada ante el temor de nuevas movilizaciones sociales.
El gobierno de Daniel Noboa, que justificó esta medida como un compromiso para «estar donde se requiere autoridad», se enfrenta a un desafío considerable en medio de un clima de descontento que crece en las calles.
La falta de respuestas concretas por parte del Gobierno podría intensificar las protestas, llevando a un paro nacional en las próximas horas.
