El precio del plátano verde se dispara en algunas ciudades de la costa, especialmente de la zona de Manabí, como Portoviejo, alcanzando niveles nunca vistos, con racimos que ahora se venden en hasta USD 12, cuando el año pasado costaba entre $3 y $4 la racima.
La crisis, provocada por las intensas lluvias que han destruido más de 3.500 hectáreas de cultivos, sumada a la creciente demanda internacional y el cambio hacia cultivos más rentables como el cacao, ha generado una escasez que golpea a los consumidores y negocios locales.
El impacto de las lluvias invernales ha sido devastador para los productores de plátano en varias regiones del país. La pérdida de miles de hectáreas ha reducido drásticamente la oferta local, mientras que la exportación de más de 16 mil toneladas de plátano procesado entre enero y abril de 2025 ha priorizado los mercados internacionales, encareciendo el producto en el país.
Esta combinación de factores ha disparado los costos, afectando especialmente a los negocios que dependen del verde para preparar platillos tradicionales como el bolón, el tigrillo o las empanadas.
Comparativo
En 2024, el precio promedio de un racimo de plátano verde oscilaba entre USD 3 y USD 4, lo que permitía a los comerciantes mantener costos accesibles para sus clientes. Sin embargo, en 2025, los precios han escalado hasta USD 12 en algunos mercados, un incremento de hasta 300%.
Esta alza ha obligado a los negocios a ajustar sus precios, reduciendo márgenes de ganancia o enfrentando dificultades para abastecerse.
Los consumidores, mientras tanto, han tenido que modificar sus dietas y presupuestos, buscando alternativas más económicas para sus comidas diarias.
El gremio de productores agrícolas ha hecho un llamado urgente al Gobierno ecuatoriano para implementar medidas que estabilicen los precios sin perjudicar al sector. Entre las propuestas están incentivos para recuperar las zonas afectadas por las lluvias y regulaciones que equilibren la exportación con el abastecimiento interno. Mientras tanto, los comerciantes locales luchan por mantener sus negocios a flote, y las familias enfrentan el desafío de adaptar sus hábitos alimenticios en medio de la crisis.
ADEMÁS, TE PUEDE INTERESAR: Hospital Sagrado Corazón de Jesús impulsa el Tour Obstétrico para gestantes
La incertidumbre se extiende por todo el país, mientras las lluvias continúan afectando al campo ecuatoriano. Los efectos de esta crisis hacen tambalear los mercados y generan preocupación entre las amas de casa, quienes ven con inquietud el impacto en sus presupuestos cuando de alimentación se trata.
