La prostitución es nombrada en los escritos bíblicos considerándose una de las profesiones más antiguas del mundo; hoy, este sector está enfrentando la mayor crisis de la historia debido a la pandemia por la Covid-19.
El Comité de Operaciones de Emergencias (COE) Nacional ha manifestado la prohibición de apertura de los centros de tolerancia en todo el país, llevando a la quiebra a miles de estos negocios.
El secretario de los centros nocturnos de Los Ríos, Juan Hurtado, manifestó en una entrevista con ALDIA que, se habían presentado los protocolos de bioseguridad a los COE Cantonales, pero estos no tienen la competencia.
“La prostitución es una industria y las féminas que son de diferentes lugares del país y el mundo, llaman constantemente para preguntar cuando abre el lugar”, comentó Hurtado.
Y es que, muchas de las trabajadoras sexuales prefieren los llamados burdeles porque se sienten más seguras, en otros cantones se han protagonizado marchas para exigir al Gobierno una respuesta.
Los bares y discotecas tampoco están dentro de la “nueva normalidad”, el 90% de los propietarios tuvieron que cerrar para siempre y dedicarse a otros negocios.
Jenny Reyes, dirigente de Quevedo, manifestó que la “zona rosa de San Camilo” ya no existe y, cientos de familias están en crisis por la “inacción de las autoridades nacionales y locales”.
Varias de las damiselas han tenido que “mudar” a las calles para ofrecer sus servicios, ante la peligrosidad de contagiarse de la Covid-19 que aún está latente en el país. (EHL)