Aunque muchos gestos de bondad permanecen en la sombra, cada acto desinteresado de ayuda teje lazos invisibles que fortalecen y ennoblecen el alma de los miembros de la sociedad, recordándonos que la esperanza siempre florece en los corazones generosos y se materializa en lo que se comparte con otras personas.
Fue lo que descubrimos en un concurrido local de cárnicos, ubicado frente al Mercado del Río, donde todos los días después de la jornada laboral se entregan pequeñas fundas con carnes a los ciudadanos que acuden al lugar.
Marco Hurtado, administrador de la Avícola Hurtado, menciona que desde el año 2019 cuando se abrió el negocio, llevan a cabo la mencionada labor social, misma que dignifica y enaltece a las personas, especialmente a los adultos mayores y madres de familias.
Además, resaltó la importancia de la empatía y la solidaridad en momentos de necesidad, y se está demostrando tener un gran corazón al preocuparse por el bienestar de su comunidad.
Así, José expresó su profunda gratitud por la ayuda social que se le ha brindado, y que él lo considera como un acto de verdadera generosidad.
“En estos tiempos difíciles, hay muchas personas que luchan por llevar un plato de comida a nuestro hogar”.
Incentivo a otros negocios
La iniciativa es un acto de generosidad y desprendimiento que impacta positivamente a la comunidad, cuyo ejemplo debería motivar a otros negocios a que actúen solidariamente pensando en el bien de quienes más ayuda necesitan.
El administrador hizo un llamado en el que incentiva a que otros negocios de cárnicos, puestos de legumbres y abarrotes se sumen a este acto solidario en favor de las personas.
Emulando una frase del pensador Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.