Quevedo. – Conductores del gremio amarillo se sienten desamparados. Casi todos los días son víctimas de asaltos en sus unidades.
Cuentan que son amedrentados por motorizados que están ‘al acecho’ cuando salen a laborar. Les hurtan sus teléfonos y el dinero del día.
Reacciones
La gerenta de la compañía Prestocar, Diana Ávila, manifestó que ya no ingresan a sectores como Playa Grande y Juan de Dios Zárate, debido a que cuando dejan a los pasajeros, los delincuentes los esperan a la salida.
El taxista Luis Armijos fue víctima de asalto hace unas semanas. Recogió un pasajero en la clínica Moderna y al llegar a la vía a Cañalito, el sujeto sacó un arma y le quitó el celular. “Sentí pánico, no se podía hacer nada”, manifestó.
Pese a que se comunican por radios, comentan que delincuentes motorizados se las ingenian para operar. Por ejemplo, Carlos Sánchez se dio cuenta que un sujeto lo perseguía con las luces apagadas, tuvo que perderse entre las abarrotadas calles para lograr escapar.
Tampoco confían en la función judicial y reclaman más acción policial. Iván Arteaga contó que hace tres días uno de sus compañeros fue atacado al ingreso de la parroquia Nicolás Infante Díaz y cuando pidieron auxilio en la UPC más cercana, les respondieron que el robo no pertenecía al circuito.
Cansados de ser víctimas de asaltos piden ser considerados en las reuniones de seguridad que se realizan en la provincia. Exigen que la Policía patrulle las calles en las noches y madrugadas para sentirse más protegidos.
En la última mesa de seguridad que se realizó en Babahoyo, las autoridades no llegaron a un acuerdo, esto debido a una discordia entre el asambleísta Ronald Gonzáles y la Gobernadora de Los Ríos. (I)