A pesar de la sensación de frío que se ha percibido en algunas zonas del país, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha desmentido la existencia de una «ola de frío» en Ecuador.
Madelyn Enríquez, analista de pronósticos del Inamhi, explicó que las bajas temperaturas recientes son parte de una variación normal de la atmósfera y la entrada de humedad, y no un fenómeno prolongado como una ola de frío.
¿Qué es realmente una ola de frío?
Según Enríquez, una ola de frío se caracteriza por la persistencia de temperaturas anormalmente bajas, al menos 5 grados Celsius por debajo de la media normal de una región, durante varios días consecutivos, como una semana completa.
La especialista enfatizó que esta definición varía según las características climáticas de cada país.
«Por ejemplo, en Quito, la temperatura máxima promedio es de 22 grados en un día despejado, pero puede descender a 19 grados cuando llueve, lo cual sigue siendo normal», explicó Enríquez.
«Sin embargo, si la temperatura mínima, que suele rondar entre 11 y 12 grados, baja a 8 o 9 grados y se mantiene así durante todo el día, de forma constante, y por varios días, ahí sí podríamos hablar de una ola de frío».
Ecuador no experimenta olas de frío o calor
La analista fue enfática al aclarar que Ecuador no puede experimentar olas de frío o calor debido a su ubicación geográfica en la zona ecuatorial. En esta latitud, las variaciones térmicas no son tan marcadas ni prolongadas como en otras partes del mundo.
«Nosotros no podemos llegar a tener una ola de frío o una ola de calor por la ubicación geográfica que tenemos en Ecuador. No vamos a tener nunca estos fenómenos en estos años», afirmó Enríquez, añadiendo que la información sobre una supuesta ola de frío en el país ha sido sacada de contexto.
La explicación a las bajas temperaturas actuales
Las temperaturas más frescas que se han sentido en los últimos días se deben a la entrada de humedad que impide el ingreso de radiación solar, generando una sensación térmica más baja de lo habitual. Estas condiciones, según Enríquez, son «normales durante esta transición climática».
«Aquí tenemos temperaturas máximas y mínimas que varían a diario, pero no se puede hablar de una ola de frío como en países del hemisferio sur, donde estas condiciones son constantes y prolongadas», señaló la especialista.