Una creciente ola de violencia y extorsión tiene en zozobra a los transportistas que circulan por la ruta E-25.
Grupos delictivos están obligando a los conductores a pagar las denominadas ‘vacunas’ o tarifas extorsivas, y para lograrlo, no dudan en lanzar piedras o disparar contra las unidades.
Hasta la fecha, al menos cinco vehículos de transporte han reportado daños significativos en sus unidades a lo largo de esta importante vía.
El caso más reciente ocurrió la noche del 9 de julio de 2025, cuando un autobús de la cooperativa Espejo, que cubría la ruta San Juan-Pueblo Viejo, fue blanco de un atentado.
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Afortunadamente, no se registraron personas heridas en este incidente, pero la preocupación y el temor entre el gremio transportista son palpables.
A pesar de la gravedad de la situación y la evidente amenaza a la seguridad de los conductores y pasajeros, ninguna autoridad se ha pronunciado públicamente sobre estos preocupantes ataques, lo que agrava la sensación de desprotección entre quienes a diario transitan por la E-25.
La comunidad transportista hace un llamado urgente a las autoridades para que tomen acciones concretas y detengan esta escalada de violencia y extorsión que afecta directamente su labor y la seguridad de la ciudadanía.
