Lo que para muchos fue una mañana cualquiera, para Jhon Espinoza iba a pasar a la historia. Desde El Guabito, en el cantón Mocache, hasta la Unidad Educativa Quevedo, este joven montuvio partió con su yegua “Nina” para recibir su diploma de bachiller. Lo que no esperaba era que ese recorrido por las calles de Quevedo sería motivo de orgullo para todos los mocacheños y para toda la gente que vive en la zona rural del país.
Espinoza cuenta que existen tres motivos importantes por los cuales decidió recoger su diploma montado en su yegua. El primero, porque se siente orgulloso de sus raíces montuvias que le fueron inculcadas por su padre. El segundo, porque quería mostrar cómo vive un bachiller del campo, de la ruralidad y los sacrificios que tiene que hacer para salir de su casa y formarse. Y el tercero, lo hizo para representar a aquellos jóvenes del campo que no pueden obtener un título por las limitaciones que existen.
Experiencia
Jhon contó que cuando tuvo la idea, se la comentó a su papá, quien se mostró sorprendido y orgulloso de que su hijo quisiera mostrar sus raíces al mundo. Al llegar al colegio, algunos compañeros no lo podían creer y lo tildaron de loco. Sin embargo, una profesora, Marilin Rodríguez, que dijo tenerle mucho cariño, lo felicitó y publicó en su estado: «Es un orgullo para el colegio y para la educación».
Con el título en mano, con capa y muceta, nuevamente montó a su yegua “Nina” y salió a cabalgar por las principales calles de Quevedo. Esto llamó mucho la atención de los transeúntes y personas en sus vehículos, quienes lo aplaudían y felicitaban en caravana. Durante la cabalgata, una persona le regaló un perfume porque le dijo que su sueño «era montar un caballo».
Jhon Espinoza fue invitado a varios eventos realizados en la provincia y recibió reconocimientos. Comentó que se siente feliz de que varias autoridades y ciudadanía hayan visibilizado la situación del campo.
Yegua “Nina”
Su yegua se llama «Nina». Es fina y se percibe su «porte y elegancia en el trote». Nina fue un regalo que le dieron a su padre, a quien Jhon admira profundamente.
Nina es una yegua muy tranquila y fue la compañera ideal para Jhon. «Algunos decían que hasta la yegua iba feliz. Ella está muy acostumbrada a esto, participa constantemente en cabalgatas».
