Tres alumnas de una Unidad Educativa del Distrito Quevedo-Mocache, de 15, 14 y 13 años, aprovecharon un descuido de sus docentes para salir de la institución y dirigirse a un estudio de tatuajes.
Con la intención de sellar su amistad, las jóvenes se realizaron un diseño en la piel. La alegría inicial, sin embargo, se transformó en preocupación una semana después.
Una de las estudiantes comenzó a experimentar un fuerte dolor e inflamación en la zona del tatuaje, lo que llevó a sus padres a buscar atención médica urgente.
El diagnóstico fue alarmante: una infección, posiblemente causada por una aguja contaminada durante el procedimiento. Al ser cuestionada por sus padres, la menor confirmó que el tatuador no había utilizado una aguja diferente para cada una de las jóvenes.

Ante la gravedad de la situación, los padres de la menor acudieron a la Unidad Educativa para reportar lo sucedido.
La investigación interna que se registró en el año 2023 confirmó la fuga de las alumnas. Como resultado, las tres estudiantes fueron sancionadas. Además, dos de ellas perdieron su cupo en la institución debido a ser reincidentes en problemas disciplinarios.
A raíz de este incidente, la Unidad Educativa emitió un comunicado dirigido a todos los padres de familia, instándolos a intervenir y a dialogar con sus hijos sobre la importancia de valorar su salud y la oportunidad de recibir una educación de calidad.