La comunidad de Esmeraldas y, en particular, los seres queridos de Karina Eugenia Gámez Ramírez, de 39 años, se encuentran consternados y claman por justicia tras el lamentable fallecimiento de esta licenciada en Enfermería durante un viaje en bus y la indignante acción del conductor.
El jueves por la mañana, Karina, quien padecía una enfermedad renal y viajaba semanalmente desde Quinindé hasta Esmeraldas para recibir su tratamiento de diálisis, sufrió un presunto infarto fulminante a bordo del transporte.
Karina había salido de su hogar en el sector El Cristo alrededor de las 4:00 AM, abordando el bus con destino a un centro de salud en Esmeraldas. Sin embargo, nunca llegó a su destino.
Según el relato de sus familiares, lo más doloroso no fue la inesperada partida de Karina, sino la presunta conducta inhumana del conductor del bus.
En lugar de detenerse, solicitar ayuda o esperar a las autoridades competentes, el chofer habría bajado el cuerpo de la mujer en plena vía pública, en la parroquia Viche, y continuó su trayecto, abandonándola a su suerte.
Este acto ha desatado una ola de indignación entre sus allegados, quienes, a pesar de conocer la delicadeza de la salud de Karina, no encuentran justificación para la forma en que fue tratada tras su fallecimiento. «No pedíamos milagros, solo humanidad», expresó uno de sus familiares, visiblemente afectado por la situación.
Karina Eugenia Gámez Ramírez deja en la orfandad a un hijo menor de edad. Su cuerpo fue trasladado al Centro Forense de Esmeraldas para que se determine la causa exacta de su muerte.
Paralelamente, se espera que las autoridades inicien una investigación exhaustiva sobre lo sucedido y tomen las medidas legales pertinentes respecto a la actuación del conductor del bus.