Los denominados ‘chatarreros’ se mantienen fuertes pese a la pandemia del Covid-19. Muchos han dejado de operar debido a los meses de confinamiento y por las diversas enfermedades que enfrentan al andar buscando enseres que ya nadie usa.
Rómulo Pincay de 82 años acompaña a dos jovencitos a recoger chatarras por varios sectores de Quevedo. Comentó que es un trabajo sacrificado y que a veces son mal vistos, pero ellos lo hacen honradamente.
Previo a este oficio se dedicaba a la agricultura, con eso mantuvo a sus hijos, muchos de ellos casados y con un trabajo estable. Ahora vive del Gobierno con una pequeña pensión y lo de la chatarra se gana al menos unos 2,00 dólares de vez en cuando.
“Es un trabajo cansado y merece la pena ser más valorado, yo no estoy al 100% pero conozco personas que sí, y lo hacen para mantener a sus familias”, comentó el anciano.
No se sabe cuántas personas en Quevedo se buscan la vida rebuscando en contenedores de basura algo que poder vender. Pero diariamente se puede observar a personas arrastrando sacos de basura e utensilios de hierro. (EHL)
