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viernes, 26 abril, 2024

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Quevedo: Julio Muñoz, el ‘maestro’ llantero que predica a sus clientes en tiempos de pandemia

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Para Julio Ítalo Muñoz Cedeño, de 56 años, la pandemia por la Covid-19 fue una voluntad divina y está escrito en las sagradas escrituras. Él es vulcanizador en las orillas de la vía a Babahoyo, donde se está realizando la ampliación.

Sabe que pronto le tocará moverse del sitio, por lo que ayer, 3 de septiembre de 2020, se encontraba un tanto apurado ya que los trabajadores le pidieron que cambie su caseta de madera para continuar con los trabajos.

Sus 25 años en el sitio se notan, las marcas de arrugas en su semblante, sus manos llenas de grasa y cientos de historias y anécdotas que contar. Pero nada de eso fue suficiente para que se quedara, está consciente que es vía pública y asegura que no es invasor.

“Somos siete quioscos que nos dieron el permiso para trabajar aquí, en la época del presidente Jamil Mahuad, y ahora nos cogió como un balde agua fría porque no se socializó, recién el viernes de la semana pasada conocimos de esto”, afirmó el profesional.

Sin embargo, pese a que aún desconoce dónde irá cuando avancen los trabajos, es agradecido con el tiempo, ya que empezó con la edad de 29 años y pudo mantener a sus hijos gracias a este oficio.

Pese a la desesperación del momento, mientras se dialogaba con el ‘maestro’ como le dicen cariñosamente, estaba tranquilo y contó que a más de su trabajo como llantero, también les deja un mensaje a sus clientes.

“Yo soy evangélico, toda mi familia lo es, siempre les predico a las personas que llegan, sobre todo en esta pandemia, algunos escuchan, otros no”, comentó.

Asegura que la pandemia es un presagio divino y todo cumplimiento es sagrado. “Cuando Cristo lo dijo, será el principio de dolores, recién estamos en la peste, la cantidad de muertos en todo el mundo, es de la Biblia, después vendrá hambre….”, comentó.

Quienes lo conocen aseguran que es un hombre que se preocupa por la espiritualidad de los demás y siempre aprovecha un tiempo para llegar una palabra. Entre tanto, confía en que el negocio de la vulcanizadora continúe, ya que prácticamente ese es su hogar. (EHL)

 

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