BABAHOYO. El malestar es evidente en los pacientes que acuden al hospital Martín Icaza cuando llevan la receta hasta la ventanilla de la farmacia y no hay medicamentos.
La inconformidad se intensifica cuando los pacientes llegan de la zona rural y al no encontrar medicamentos deben comprar en las farmacias particulares.
Elisa Jiménez llegó desde Caluma con su pequeña hija de dos años que sufre convulsiones. A ella le dijeron que vaya a retirar en la farmacia del hospital dos medicamentos: Loratadina e ibuprofeno; sin embargo, no habían esos medicamentos.
“No hay medicinas, Me dijeron en la farmacia, que no hay y me toca comprar por fuera”, refirió.
Desde la parroquia Pimocha llegó Vanessa Viteri con su papá de la tercera edad. Ella salió insatisfecha de la farmacia, pues de todos los medicamentos que le solicitaron, sólo pudo obtener Salbutamol, el resto tuvo que conseguirlos por fuera.
Elizabeth Osorio llegó con su hijo de 37 años, quien tiene una discapacidad, desde Salitre. Asegura que le dieron sólo dos medicamentos y que los demás los debe comprar en farmacias particulares.
“El cobra el bono y con eso que le pagan mes a mes se compra los medicamentos que no hay en el hospital”, indicó.
Tres meses esperando sus medicinas
Por otra parte, Ricardo León busca Tamsulosina desde hace tres meses para la inflamación de la próstata.
“He venido semanalmente, por casi tres meses y nunca llega, fíjese tres meses. Me dice el médico: date una vuelta y pregunta…puede que llegue esta semana y nada”, refirió León.
Así como estos casos existen más en las afueras del hospital Martín Icaza esperando atención oportuna y medicamentos.
En la farmacia del hospital, el personal dice que no están autorizados para hablar sobre el tema. Ellos entregan los medicamentos que tienen en perchas y sobre los que no tienen, sólo dicen que por el momento aquel medicamento está agotado.
No hay acceso a la prensa
La semana pasada fue posesionada la doctora Adriana Nieto como gerenta de Martín Icaza. Desde ese día, el equipo de Diario Aldia ha intentado hablar con ella para abordar varios temas latentes de esa casa de Salud. No obstante, nada se ha declarado en reuniones desde su entrada hasta la salida, pues no ha admitido el acceso a los Medios de Comunicación.
Un guardia de seguridad en la puerta principal se comunica por radio con otro celador para avisar sobre la presencia de la prensa. Pero la respuesta es la misma, la gerenta está en reuniones y no puede atender.
Ahora el acceso al hospital público es restringido. En otras épocas se podía entrar y solicitar entrevistas con el relacionista público de la institución o solicitar una entrevista con la secretaría de la dirección.
El ascensor del hospital no funciona. Tomografías, solo estuvo activo hasta la semana anterior.